Amueblando un Pisito en el Corazón de Madrid

¡Qué ilusión poder por fin enseñaros el resultado de nuestro último trabajo!

Este pequeño piso en pleno corazón del madrileño barrio Maravillas ha supuesto un reto que -creo que ahora ya puedo decirlo- ha sido todo un éxito.

Con un cambio en el amueblamiento y la distribución del mobiliario, hemos conseguido un giro de 180º.

De convencional a personal, de aburido a impactante... ¡judgad vosotros mismos!

Cuando cogimos el piso estaba como os muestro en las fotos:

en el salón un solitario sofá apoyado contra pared, una pequeña mesa plegable y dos sillas rojas... ¡eso era todo!

El espacio salón-cocina era uno sólo, sin diferenciar.

¿Lo primero que hicimos? ¡Quitarlo todo!

El siguiente paso fue medir bien el espacio y comenzar a plantear nuevas ideas, tanto de distribución como de mobiliario.

Finalmente, los futuros inquilinos se decantaron por esta opción:

En el poco espacio disponible conseguimos crear dos zonas diferenciadas: cocina y salón, gracias a la colocación del mobiliario.

Para ello, hemos despegado los muebles de las paredes creando una barrera visual con el sofá y la barra para comer a diario.

Además, y por petición de los inquilinos, hemos creado una gran zona de estudio con archivo donde poder trabajar cómodamente.

Dos días intensos, en los que la ilusión por ver como, poco a poco, todo tomaba forma nos ayudaron a seguir colocando muebles, haciendo taladros, colgando lámparas y cortinas...¡y disfrutar al final con el estupendo resultado!

No quiero aburriros más.

Elegimos un binomio ganador (blanco y negro) que combinamos con el color que escogieron los propietarios: el amarillo.

El resultado: un salón-cocina con mucha fuerza visual, cómodo y práctico, que mira hacia la terraza exterior. La división del espacio cocina que queríamos conseguir y, por supuesto, todo el almacenaje ganado gracias a la estuctura de pared que crea el escritorio y que, además, es versátil y fácil de cambiar.