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Una Casa para Freelance

De nuevo "nos vemos" por aquí una semana más.

Se ve que no me acostumbro a la vuelta de las vacaciones y que sueño con volver a hoteles, parajes de ensueño o, en su defecto, ¡una buena oficina! Y eso fue precisamente lo que me enamoró de esta vivienda en dos alturas nada más verla.

Un apartamento para freelance, para poder trabajar sin salir de casa.

 

La distribución en la planta baja es totalmente abierta: cocina y salón se funden en un sólo espacio donde priman la luz y los colores neutros, con detalles como los cojines amarillos que aportan color a este espacio amplio y sin restricciones.

El suelo, en este caso, de parquet blanco y contínuo ayuda a la idea de espacio abierto y luminoso.

 

La entrada a este piso ya nos hace imaginar como será el resto, los colores siguen la misma gama en tonos fríos y vemos algunos detalles de color en esa puerta abierta que nos invita a seguir adentrándonos en el espcio.

 

El radiador pintado en negro y el felpudo de entrada son dos de los detalles que nos hacen pensar que este piso será especial.

 

 

A pesar de sus escasos metros cuadrados, la cocina ocupa una parte grande en la planta de esta casa.

Los muebles en blanco contrastan con la encimera negra y los electodomésticos. Fijaros en cómo los muebles se adaptan a la pendiente del tejado formando una escalera...¡genial!

La cocina se une al resto del espacio con una barra que aumenta tanto sitio de trabajo como almacenaje y que resulta un sitio estupendo donde desayunar.

Los azulejos biselados con la junta en negro son otro plus que hace sumar puntos a este espacio.

Volvemos a la entrada para investigar la habitación que dejamos atrás, donde nos llamó la atención ese florido papel pintado... allí encontramos el domitorio.

El papel se extiende por todas las paredes ganando protagonismo en este espacio. El resto de muebles se adaptan a él pasando más desapercibidos, en color blanco.

Destacan también la viga y pilares de madera oscura y el pequeño y antiguo armario en el mismo color, aportan un aire rústico y mucha personalidad al mezclarse con el estampado de las paredes.

Como siempre, son pequeños detalles los que hacen especiales estas casas. Una buena idea es mantener elementos antiguos como los interruptores y el suelo hidráulico ya existente. 

 

 

Para el revestimiento del baño se ha escogido un azulejo cuadrado de tamaño pequeño para no restar protagonismo al pavimento.

Un mueble de madera rústico, con grifería también en este estilo, completan el espacio.

 

Las tuberías quedan a la vista (cada vez me gustan más) y para la ducha se ha escogido una instalación vista a juego con ellas.

Terminamos subiendo al piso de arriba ¿seguís con nosotros a través de estas escaleras? ...

Y es que os había prometido una casa con oficina y no os voy a defraudar.

 

La planta de arriba se ha usado exclusivamente para alojar el espacio destinado al trabajo. ¡Una idea estupenda! Así separamos tanto física como mentalmente la idea de trabajo y hogar.

 

Un espacio sencillo, en blanco y con dos mesas enfrentadas. La parte más baja con techo abuhardillado se ha dividido con estantes y baldas para crear un espacio de almacenaje.

¿Os ha gustao el post de hoy?

Después de verlo...¿montaríais vuestra oficina en casa? ¿O seguiríais pensando en este piso como una habitación extra?

 

¡Nos vemos en el próximo post!

 

*Podéis ver la casa al completo pinchando aquí

 

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