Por arte de magia...
Hoy me gustaría compartir con vosotros algunos "trucos de decoración" que pueden hacer cambiar un espacio ahorrándonos mucho trabajo. Y es que, como decía un profesor que tuve, la decoración no es pintar la pared del cabecero de la cama en un color diferente, eso puede hacerlo cualquier persona con gusto.
Empezamos desmintiendo un falso mito: el color negro hace parecer las estancias más pequeñas. Digamos que es una verdad a medias. El color negro absorbe toda la luz, no reflejándola, es por eso que suele evitarse en lugares calurosos, ya que como todos sabemos "el negro da calor". Y así es, un espacio negro es un lugar que invita a la intimidad, al recogimiento, da mucha tranquilidad y nos ayuda a descansar. Es por eso que se utiliza en dormitorios o zonas de estar. También lo encontramos en cantidad de bares, en su zona chill out y últimamente es tendencia en espacios expositivos.
Además, pintar un techo negro hará que las habitaciones parezcan más altas. Fijaros en el cielo de día y de noche ¿cuándo sentís que está más cerca?
Tenéis pasillos largos y estrechos en vuestra vivienda. La solución es modularlos. Pintar el pasillo en franjas verticales, colocar puntos de luz a la misma distancia...Percibiremos el espacio acortado.
Evitad las líneas horizontales en estas zonas, sólo potenciarán nuestra percepción de profundidad.
Al igual que funciona modular en pared, probad a hacedlo en el suelo! Colocad una moqueta a rayas, o provocad cambios en el pavimento.
Pasamos al polo opuesto: habitaciones demasiado altas. No hace falta que hagáis obras y coloquéis un falso techo. El truco consiste en, a la inversa que en la situación anterior, modular la pared en sentido horizontal. Esto es, crear zócalos, colocar molduras, utilizar rodapiés altos...O como en el caso de nuestra casa, podéis bajar la pintura del techo unos centímetros a vuestra pared. De esta forma, parece que el techo comienza a la altura que nosotros hayamos decidido.
Espacios pequeños, seguid la ley de Mies Van der Rohe: menos es más. Y es que, si contamos con un espacio reducido es mejor no saturarlo. Por ejemplo ¿un baño pequeño? Colocad el mismo azulejo en paredes y suelos. De esta manera, se pierde la línea que separa el plano vertical del horizontal y se amplía visualmente el espacio. No sobrecarguéis con diferentes materiales, intentad unificar en la medida de lo posible y utilizar colores más claros.
Otra manera es colocar grandes espejos: duplican el espacio y reflejan mucha luz, lo cual aporta al espacio una sensación de amplitud.
Y...hasta aquí puedo leer. Otro día seguimos con más artimañas para resolver pequeños o grandes problemas ¿Qué os han parecido estos "trucos de magia"? ¿Ya tenéis ganas de probar alguno? Si lo hacéis, no dudéis en mandarnos vuestras fotos del antes y el después.