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¡No hay niños!

Una casa de 115m para una pareja.

¡Buenos días de jueves! El fin de semana ya se ve mucho más cerca a estas alturas de la semana.

Y nosotros volvemos a la carga con un nuevo post: volvemos a mostraros viviendas que nos gustan, por su decoración, amplitud...¡viviendas en las que nos proyectamos haciendo nuestro día a día!

Y hoy nos vamos hasta la ciudad de Vaasa, en la costa este de Finlandia... ¿Venís con nosotros?

 

Vamos a visitar una vivienda de 115 metros cuadrados que podría sevir perfectamente para alojar a una familia, pero estos inquilinos han decidido adaptarla a la vida de pareja, aprovechando cada rincón para contar con más almacenamiento.

 

Esta casa de los años 20, austera y de planta antigua cuenta con una distribución un tanto extraña, pero a la que sus dueños han sabido sacar el máximo partido.

 

Sus inquilinos han intentado mantener el espíritu de la antigua vivienda manteniendo los suelos de parquet (pintándolos en alguna zona) y los pequeños detalles, como los tiradores en las puertas o respetando las carpinterías originales de la vivienda.

 

 

Desde la entrada podemos acceder al comedor.

Un espacio amplio y muy luminoso perfecto para cenas familiares o reuniones con amigos que se alargan durante horas.

La mesa extensible en madera oscura es una pieza antigua y recuperada que contrasta con las modernas sillas "Ant" de Arne Jacobsen. También destaca en este comedor el mueble vajillero antiguo, modernizado gracias al acabado blanco en sus puertas.

En el comedor también podemos asomarnos a un pequeño balcón, un espacio muy agradable donde tomar una merienda en las soleadas tardes de otoño.

Desde el comedor accedemos al salón, un espacio más íntimo y recogido con cierto aire femenino.

En contraste con el comedor, en este espacio se han utilizado tonos más neutros como el gris aportando el color con objetos en rosa pastel.

 

De nuevo nos fijamos en los detalles de este espacio: nada está elegido al azar.

Desde el sofá gris o la mullida y agradable alfombra blanca, hasta las cajas colocadas estratégicamente en la estantería.

 

Estos pequeños toques de atención son los que hacen que un espacio normal se convierta en un gran espacio.

 

Las flores también tiene su lugar en este salón, repartíendose desde la ventana hasta la mesa de centro, variando en colores y formas.

Apuntamos el tip de decorar con bolsas de marcas tan bonitas como esta de Acne.

 

 

Nos vamos al lado opuesto de la casa, concretamente a la cocina. Un espacio no muy grande pero con un color principal, el blanco, que ayuda a aumentar metros.

 

En la cocina encontramos una pequeña mesa, para dos, donde hacer las comidas diarias o desayunar. Además, este espacio cuenta también con un pequeño balcón exterior.

 

La encimera de madera aporta calidez al espacio, mientras que los electrodomésticos en acero inoxidable ponen el punto moderno.

 

Aquí también apreciamos detalles como la pizarra, el aplique, las flores o los elementos decorativos sobre el alfeizar de la ventana.

A través de la puerta que encontramos en la cocina podemos acceder a un pequeño espacio que bien podría ser una despensa, pero que los propietarios han utilizado como estudio.

 

Fijaros en el truco que han utilizado para bajar ópticamente el techo: pintar la pared en un tono oscuro hasta una altura y dejar el resto blanco ¿Os habíais fijado? Es una forma muy económica de colocar un "falso techo".

 

El resto de elementos, en colores muy neutros, ayudan a la concentración.

 

Además, en este espacio una de las paredes está cubierta de armarios para usar como vestidor. ¡En esta casa el almacenaje es una máxima! 

 

La siguiente puerta desde esta habitación nos lleva al dormitorio, donde vemos repetirse la decoración más íntima y femenina que encontrábamos en el salón. La alfombra y el cojín rosa pastel son los únicos puntos de color en un espacio donde predominan los tonos neutros.

Como cabecero de cama sólo han hecho falta dos apliques de pared, una pequeña balda para dejar lo imprescindible y una composición de láminas en blanco y negro. ¿No os parece efectivo? ¡Muy sencillo y funciona a la perfección!

 

Terminamos hoy, no con los detalles (que en esta casa son infinitos), sino repasando la planta de esta vivienda para dos que perfectamente podría servir a una familia con niños.

 

¿Cómo la convertiríamos en una casa de dos dormitorios?

Pensando en hacer la menor obra posible, sencillamente, moveríamos al salón y comedor los dormitorios.

Cerraríamos la puerta que ahora mismo conecta el hall con el comedor y haríamos aquí la habitación principal. También nos desaríamos de la puerta corredera que conecta estos espacios, dejando la habitación de los niños separada de la de los adultos.

 

Pasaríamos el salón al espacio donde actualmente se ubica el dormitorio y tiraríamos el tabique que separa esta habitación del estudio para poner en este espacio una mesa de comedor donde sentar a toda la familia. De esta manera también podríamos aumentar el almacenaje y la encimera de la cocina, prescindiendo en esta de mesa para comer.

 

¿Qué os parece la idea?

¿Cómo lo haríais vosotros?

¿Casa para pareja o familia? ¿Con cuál os quedáis?

 

Gracias por seguirnos semana tras semana.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

*Visto aquí

 

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