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Detalles en Turquesa

¡Volvemos con fuerzas renovadas a Ahora Zona Media y a nuestro blog!

El puente nos ha venido genial para desconectar y preparar cositas para Navidad que podréis ver la próxima semana... Mientras tanto, volvemos a la carga con una nueva vivienda en el Norte de Virginia. Una casa de mediados de siglo cuya dueña se ha esmerado en decorar y amueblar, convirtiendo una simple casa en un hogar.

 

Así lo cuenta Jaime, la propietaria de esta casa en la que, además de ella y su marido, viven tres niños y dos perros... ¡una auténtica locura!

Esta pareja comprendió, después de comprar su primera casa, que querían algo más personal y que preferían esperar a encontrar un mueble que significara algo para ellos que comprar uno que, sí, puede encajar, pero no acaba de enamorarte. 

Siguiendo la filosofía de William Morris "Have
nothing in your house that you do not know to be useful, or believe to be
beautiful.” (No tengas nada en tu casa que no sepas para qué se utiliza, o creas que es bonito"

Jaime y Tim han creado este encantador refugio para su familia.

Se nota que es una vivienda hecha con mucho cariño y a la que se ha dedicado tiempo. Me encanta que hayan escogido el color turquesa para poner los puntos de color por toda la casa, es un color luminoso, alegre y optimista que aporta mucha fuerza a las diferentes estancias.

 

Empezamos por el salón, donde la familia pasa la mayor parte del tiempo. 

Las mesitas de los lados del sofá son uno de los pocos muebles que recuperaron de su antigua casa. Eran oscuras, pero con una mano de pintura blanca son mucho más luminosas y ligeras.

"Después de decidirme a pintar las mesillas (cuenta Jaime) fue mucho más fácil arriesgarme con otros DIY".

Todo está cuidado hasta el último detalle.

Jaime encontró esta vieja ventana que convirtió en un fantástico y divertido marco de fotos donde están representados todos los miembros de la familia. También se animó a envolver con telas de colores estas letras, que quedan estupendas sobre el marco.

La colcha sobre el sofá es antigua y la mesa de estilo rústico combina genial con el resto de elementos.

Frente a este espacio, dos sillas con una tapicería muy original. Entre ellas un carrete de cable antiguo, que Jaime encontró en una cuneta pintado de blanco, hace las veces de mesa. Una idea muy original y divertida.

Las taquillas, de segunda mano, son un espacio de almacenaje estupendo. Se quitaron algunas puertas para usarlas como estanterías y, después se pintaron de blanco con spray. El resultado es maravilloso ¿no os parece?

La cocina está totalmente reformada.

Cuando Jaime y su marido Tim llegaron a esta casa, la cocina era de 1960 y los suelos de linóleo amarillo y el papel floral de la antigua cocina, estaban muy estropeados.

 

 

Jaime siempre había soñado con unos grandes armarios blancos, encimeras contínuas de madera, un fregadero grande de loza de aspecto rústico, baldas en las que guardar todo lo necesario para cocinar, azulejos como los que se encuentran en los metros... ¡así que pasó meses diseñando su propia cocina!

 

 

Contrataron profesionales que les ayudaron en la reforma, pero la pareja pasó largos días ayudando en lo que podían: colocaron ellos mismos los azulejos del salpicadero e instalaron las encimeras de madera.

 

 

Me encantan los pequeños detalles que hacen de este espacio una cocina muy especial: los toques antiguos del grifo de estilo rústico, los interruptores y enchufes también de inspiración vintage, y todos los pequeños utensilios en turquesa y amarillo

 

Pero la parte más especial de este espacio es la zona del comedor. La familia pasa aquí largos ratos, y es una zona que se utiliza para muchas actividades: dibujan, charlan, hacen los deberes...

Cuenta Jaime que los ladrillos eran de color rojo y llevó varias capas de pintura blanca dejarlos con el aspecto actual. Aportan una textura muy cálida y especial a esta zona de la casa. 

El rinconcito del café es algo totalmente único. Al mueble turquesa se le cambiaron los tiradores para personalizarlo, el cartel lo pintó la propia Jaime y fue su marido el encargado de colocar las baldas abiertas donde los elementos para un buen café mañanero quedan muy a mano.

 

El cuarto de su hija es un remanso de paz y tranquilidad.

Todos los muebles son de segunda mano recuperados y, tanto la cómoda como el tocador, los pintó la propia Jaime en un blanco roto que aporta un toque vintage a este espacio.

 

 

El cuarto de los niños juega con los colores clásicos: blanco, azul y gris.

Aportando toques naúticos con el rojo y algunos detalles como las lámparas o peces.

 

 

Terminamos este tour virtual en el sótano ¿Nos acompañáis por estas divertidas escaleras?

 

Jaime descubrió que bajo la moqueta de las escaleras se escondía una bella madera que dejó al descubierto, después pintó las contrahuellas de blanco y puso los números.

 

Este sótano cuenta con salida al exterior y unas grandes ventanas que hacen que sea un espacio muy luminoso.

 

Me encanta el piano pintado con "Chalk Paint" en azul turquesa, es un toque diferente a este espacio.

 

Pintar todo el espacio en blanco y mantener la textura del ladrillo, como se hizo también en la cocina, es una buenísima idea para ganar en metros y luminosidad.

 

El resto de texturas - sillas en ratán, cestas, mantas de pelo, detalles florales...- contribuyen a crear una atmósfera relajada y natural en un espacio que podría haber sido frío y sombrío.

 

¿Qué os parece esta vivienda?

Espero que os haya gustado este recorrido on line por una casa tan especial como la de Jaime y Tim.

 

¡Nos vemos la próxima semana!

Os espera una gran sorpresa que seguro que os gustará... ¡y hasta aquí puedo leer!

 

Gracias por seguirnos día tras día.

 

*Visto aquí.

 

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